Somos un grupo que no queremos
sufrir ya más este mundo. El mundo que queremos lo queremos vivir aquí y ahora
porque sabemos que ese mundo nuestro se construye viviéndolo.
Y como somos un grupo de personas entusiastas de lo común, no queremos hacerlo solos, queremos hacerlo desde un nosotros transformador, un nosotros diverso, porque la diversidad de ideas y de modos es una fortaleza.
Luchamos contra cualquier
relación humana que nos expropie la capacidad de determinarnos, que impida que crezcan
todas las potencialidades que los individuos y los grupos atesoramos en nuestro
interior. Para ello nos hemos regalado un espacio de expresión teatral que nos
libera, que nos hace crecer, ya que vemos en el teatro una herramienta de lucha
y transformación personal y social.
El teatro además es un espejo donde mirarnos y donde otros también pueden mirarse para que tomemos conciencia de la opresión que vivimos.
El teatro además es un espejo donde mirarnos y donde otros también pueden mirarse para que tomemos conciencia de la opresión que vivimos.
Somos personas que tejen. El
teatro nos ayuda a tejer un nosotros; en los ensayos un nosotros revelartero y
cuando actuamos para la gente, un nosotros comunitario. Compartir con confianza
nuestras historias personales fortalece el tejido comunitario.